Una sala de exposición no solo se concibe como un espacio en el que mostrar productos, sino que ésta ha de hablar por sí misma. La filosofía de una empresa, los articulos o materiales que comercializa y, además, el tipo de servicio que ofrecen: estos lugares han de contar toda una historia.
En primer lugar, es necesario conocer a la perfección al cliente. La historia de la empresa, el equipo, sus servicios, y sus propios clientes: todo influye en el diseño. A continuación, el lugar: ese papel en blanco sobre el que tenemos que crear. Y por último, ¿qué queremos transmitir y cuál es la mejor manera? El resultado: una atmósfera llena de sensaciones.
El siguiente proyecto que os mostramos, Oak Showroom del estudio Anna & Eugeni Bach, es un gran ejemplo del que tomar nota.
Bajo una misma envolvente que le otorga uniformidad y carácter único, esta sala pretende no sólo servir de muestrario de materiales sino de soluciones: se busca crear un ambiente atractivo que cuente las posibilidades de esta empresa. Dominado por la madera, el espacio se percibe con calidez y estilo, ajeno a la impersonalidad de espacios con el mismo fin. Un armario para el almacenaje recorre todo el paramento y le da continuidad al conjunto.
El proyecto se zonifica según las diferentes áreas de interés de la empresa: cocina, baños, suelos, materiales… El techo, construido mediante lamas de madera colocadas en perpendicular al recorrido del espacio, acoge a las diferentes partes que componen el local bajo un mismo carácter.
La cocina se conforma de la misma manera que los demás espacios. Con una barra minimalista, este espacio podría encontrarse perfectamente en cualquier vivienda. El color blanco predomina en esta ocasión. Líneas en madera y detalles en negro crean un espacio elegante y, a su vez, cercano al cliente.
En el encuentro con la calle, un gran escaparate pone fin a esta sala. Como si de una indiscreta ventana se tratara, el interior de esta sala, con espíritu de vivienda, se muestra sin pudor al viandante. Junto al cerramiento de vidrio, un anillo de madera encuadra el espacio, seguido de otro con diferente textura.