Conseguir la casa de nuestros sueños es, con frecuencia, un anhelo que puede tornarse complicado y que, sin embargo, puede resultar más sencillo de lo que parece. Dependiendo del camino elegido para alcanzar su sueño de convertirse en propietario, es posible que, una vez localizada la casa en cuestión, la adquisición se complique con burocracias, estudios, valoraciones… En definitiva, que no resulte sencillo acceder a ella.
La intensa búsqueda ofrece como luz al final del túnel la perspectiva de unas llaves capaces de hacerte la persona más feliz del mundo pero, ojo, cuestiones como los papeleos, plazos de entrega si es una vivienda de nueva construcción, préstamos… , pueden traducirse en angustia y desvelos hasta conseguir ser poseedor de las ansiadas llaves. Sin embargo, como en todo, siempre hay alternativas y, cada vez son más, las personas que recurren a las casas prefabricadas.
Esta opción representa ciertas ventajas con respecto a las construcciones tradicionales y es que, entre otras cosas, el coste y los plazos para la entrega, siempre que se disponga del terreno donde ubicarla, suelen acortarse bastante eliminando así, la angustia previa ante la demora o las complicaciones que antes mencionábamos por la entrega de llaves. En este libro de ideas encontrarás las claves básicas que debes conocer a la hora de decidirte o no por una casa prefabricada y, una vez hayas disipado tus dudas, lo mejor es ponerse en contacto con profesionales para garantizar que la casa prefabricada que buscas se convertirá en el hogar de tus sueños.
Una de las primeras cuestiones que cualquiera se plantea a la hora de adquirir una vivienda es su precio y, cuando hablamos de casas prefabricadas, la preocupación es la misma ¿será cara? La respuesta es sencilla: no. Como referencia podemos decir que este tipo de construcciones, con independencia de si son de madera u hormigón, pueden suponer la mitad de la inversión de lo que gastarías en una casa de ladrillo convencional. Uno de los motivos es que, al tratarse de piezas prefabricadas, la mano de obra se reduce así como los tiempos de montaje aunque debes contemplar en el presupuesto previo que, muy probablemente, deberás preparar el terreno para su instalación.
La reducción de los plazos es otra de las ventajas de las casas prefabricadas y es que, si una construcción tradicional puede demorarse cerca de tres meses, en el caso de las viviendas prefabricadas su estructura puede quedar lista en un plazo aproximado de entre tres y seis semanas.
En cualquier caso, el hecho de ser prefabricadas no impide que haya en el mercado diseños para todos los gustos, como esta oficina urbana. El empleo de materiales autóctonos y de un precio reducido ayudó a recortar los tiempos, acelerando la entrega de la misma y ofreciendo un aspecto espectacular.
En contra de lo que pueda parecer, el mantenimiento de las construcciones prefabricadas es similar al de las viviendas tradicionales. Tanto es así que tanto instalaciones eléctricas como fontanería pueden revisarse cada lustro sin que ello desmerezca las prestaciones que ofrecen a los propietarios. Si hablamos de casas de madera es interesante saber que están preparadas para las inclemencias meteorológicas y, en cualquier caso, las empresas distribuidoras de las mismas, ofrecen amplia información al respecto de los tratamientos de la madera. No obstante, si estás pensando en adquirir una casa prefabricada de madera, asegúrate de que no sea en bruto y, si te decantas por una de hormigón, no dejes de consultar si se ha impermeabilizado correctamente.
Las dos principales opciones disponibles en el mercado de las casas prefabricadas son aquellas construidas en madera y las hechas en hormigón. Las primeras son las más habituales y ofrecen una imagen global más tradicional e igualitaria. Su mantenimiento no ha de descuidarse y hay que prestar especial atención al estado de la madera.Por su parte, las casas prefabricadas de hormigón son más resistentes, lo que se traduce en una cierta ventaja en el mantenimiento que no requiere de una frecuencia como en el caso de las de madera.
Sea como fuere, ambas ofrecen condiciones de habitabilidad similares creando espacios acogedores y ambientes íntimos, llenos de personalidad. En definitiva, los gustos particulares de cada uno son los que determinan el diseño a elegir.
Como ya hemos comentado, pese a tratarse de casas prefabricadas, las opciones de diseño son de lo más variopintos: alargadas, con grandes ventanales, llenas de balcones, cargadas de detalles… Hay ciertas estructuras que, dado su éxito, resultan más habituales. En el caso de las casas prefabricadas de hormigón las preferidas son las de planta amplia y rectangular mientras que, en lo que respecta a las de madera el modelo tradicional es, quizás, el más buscado.
Siempre existe la posibilidad de añadir detalles y elementos al diseño original aunque, si tienes una buena idea, lo mejor es ponerlo en manos del asesoramiento de un profesional que pueda hacer realidad la casa de tus sueños.
El aspecto seductor de las casas prefabricadas trasciende de la fachada hasta colarse en el interior creando ambientes acogedores y llenos de encanto. Con independencia de la opción elegida, ya sea madera u hormigón, el hecho de contar con interiores más reducidos en los que su presencia será dominante, así como los espacios integrados, hacen que encontremos interiores que pueden ser cálidos y muy coquetos.
Su estilo, estética, costes, plazos de ejecución… Cada una de sus características particulares hacen de las casas prefabricadas un producto de lo más seductor. Si tú también te has dejado seducir por su encanto te recomendamos que, entre las atenciones básicas que debes prestarle incluyas el mantenimiento frecuente de la madera, el terreno en el que está ubicada así como los materiales empleados para su construcción.
Con unos sencillos cuidados lograrás que tu casa siempre ofrezca un aspecto inmejorable y puedas disfrutarla durante muchos años. ¿Qué más se puede pedir?
Si quieres conocer más detalles, los encontrarás en nuestro libro de ideas: Casas prefabricadas – La arquitectura del mañana… hoy.
