Las camas con cabecera aportan mucho estilo, a los dormitorios, sobre todo si son originales. Como puede suceder, a veces ser original no es sencillo; a veces preferimos ir a lo seguro y mantenernos en la tibia zona de confort; sin riesgos, sin vértigos, sin aventuras. Sin embargo, en el fondo sabemos que cuando damos ese paso decisivo, es cuando la vida fluye por nuestras venas.
Los dormitorios actuales poseen algunos rasgos característicos, más allá del estilo de cada uno: la comodidad, la frescura, la jovialidad y la elegancia. Las camas con cabecera originales pertenecen a estilos tan encantadores como el escandinavo, el mediterráneo y el ecléctico; pero también, el minimalista y el moderno. ¿Qué tener en cuenta a la hora de elegir la cabecera de la cama? Bueno, en primer lugar, tiene que estar en equilibrio con el tamaño de la habitación. A su vez, es importante tener en cuenta la pared sobre la que irá apoyada la cabecera: ¿es blanca, es estampada? La cabecera enmarca la cama, le da presencia y la integra al resto del decorado de manera fluida. La cabecera puede ser neutral o puede tener color, textura y forma propia. El color, los materiales y el diseño y textura son otros elementos que te servirá tener en cuenta, para que tu dormitorio sea el soñado.
En este libro de ideas, nuestros profesionales te mostraran cabeceras de cama en hierro forjado, en madera y forrados en tela; cada uno con una idea original. ¡Adelante!
En predominancia del gris oscuro y el blanco, este anaranjado eléctrico se compensa con el cuadro y la lámpara, en un trabajo de collage perfecto.
Al fin y al cabo, la cabecera es ,más que nada, decorativa. En el sentido de que nosotros decidimos qué nos gusta y qué puede ser funcional a nuestras necesidades.
Una cabecera bien alta en el centro de la habitación realza el espacio. El matelassé aporta elegancia sin desentonar con un cuarto de estilo sencillo, hermosa propuesta.
Una propuesta joven y desestructurada, que apela al toque rústico de la madera para una cabecera, que reviste la pared, dando calidez a los, protagónicos, tonos fríos.
Las paredes desnudas suelen quitar armonía a los ambientes. Recordemos que decorar es vestir todos los niveles de un espacio.
El contraste entre lo antiguo y lo actual, forma parte de un estilo decorativo de resultados únicos. Las tablas con una capa en un color y su paleta, quedan geniales.
Las maderas claras, al natural, aportan gran serenidad a los interiores. Esta cabecera de tablas finitas espaciadas entre sí, brinda una sensación de fluidez interesante.
Algunas cabeceras son parte de la cama, como en el caso del ejemplo, que vemos arriba.
Esta cama de hierro, con cabecera forjada artesanalmente, puede quedar divina, contrastada con una pared azul o negra.
Un dormitorio con una cabecera tan contundente, no necesita mucho más en su decorado. El gris es un tono de moda, que por ser neutro, siempre combinará con lo que hagas en tu dormitorio.
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Son pocas las personas que apuestan por cabeceras de cama hechas con palets. Sin embargo, es una idea genial si se desea complementar con iluminadores u otros accesorios.
Sin duda, esta cabecera parece un biombo antiguo desplegado. Una belleza de reminiscencias árabes.
La versatilidad de la madera, permite cabeceras para la cama, como la del dormitorio de arriba. Una manera de conectar con la naturaleza de manera sustentable.
Esta estructura plana, que asemeja una puerta de metal; funciona como cabecera y separador. Un aire industrial muy juvenil.
Una forma típica puede resignificar mediante el aditivo de una cosa nueva, como el tono coral, tan lleno de vida del dormitorio de arriba.