En homify hablamos mucho de grandes reformas que cambian totalmente la cara de una vivienda. Transformaciones increíbles que se llevan a cabo gracias al buen hacer de los estudios de arquitectura. Sin embargo, a la hora de transformar nuestra vivienda no todos contamos con el tiempo ni con los medios económicos para llevar a cabo una reforma integral. Sin embargo, eso no quiere decir que nuestra casa no pueda sufrir también un sorprendente transformación sin necesidad de cambiar alicatado, tirar tabiques o modificar los revestimientos. ¿Cómo lograrlo? Gracias a la decoración.
Eso es precisamente lo que vamos a observar en este salón vacío, donde apenas hay una chimenea y dos sofás blancos. Darle vida es solo cuestión de buen gusto. Descubramos cómo lo han hecho los decoradores de interiores de Bervic.
La vivienda estaba totalmente vacía y había que llenarla de muebles y darle una vida y un carácter al espacio. El primer paso para hacerlo es estudiar cada habitación, observar sus virtudes y sus puntos en contra: qué tamaño tiene, que orientación, altura de sus techos, geometría… Todo esto influirá en una de las claves de decoración de cualquier habitación: la distribución.
Este salón rectangular, con ventilación cruzada y una chimenea en uno de los laterales, el espacio pedía una división para ser aprovechado mejor. En este caso, se decidió crear una zona de estar junto a la chimenea, y utilizar uno de los sofás para delimitar su perímetro.
Si importante es la funcionalidad, también fundamental es saber el estilo qué queremos darle a nuestra habitación. Tal y como se encontraba el salón antes, casi cualquier estilo podía casar con los sofás blancos, pero solo podía elegirse uno.
En este caso, se han decantado por un estilo campestre, pero no rural, con cierto aire clásico y provenzal. Para ello han buscado muebles antiguos, como la mesa plegable de madera con patas salomónicas, la lámpara de diseño clásico con pantalla o la preciosa reja que, como si de una celosía se tratara, se coloca decorativamente junto a la chimenea.
Ya hemos dicho que a la hora de decorar es importante elegir un estilo, pero eso no quieres decir que tengamos que seguirlo a rajatabla. En toda habitación puede haber algún detalle que se salga del estilo imperante. En este caso, la mesa de centro, de madera y metal aporta un ligero toque industrial y moderno al salón de líneas clásicas.
Como comentábamos, la forma de esta habitación hizo plantearse la distribución separando por zonas. El sofá blanco en perpendicular a una de las paredes sirve de división y marca el principio del comedor. Este continúa con el estilo dibujado en el resto de la vivienda. Así, la mesa del comedor es de estilo solemne, con sus elegantes patas negras y sus sillas de corte clásico en blanco y acabados shabby chic en color blanco, haciendo un contraste muy elegante.
Por último, abrimos aún más el foco para observar el mueble aparador en color blanco que vemos en uno de los laterales. Su aire antiguo y sus acabados vintage dan un toque muy personal y acogedor al espacio. Con este mueble, terminamos con la decoración de esta habitación a la que, sin embargo, le queda lo más importante de todo: habitarla y dejar que esas cosas cotidianas la llenen de vida.
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