El mobiliario y la decoración que conforman un dormitorio se convierten en la forma que tenemos de expresar nuestros gustos y personalidad en esta zona tan íntima de la casa. Y es que el dormitorio es ese rinconcito más privado, más nuestro, del hogar.
Uno de esos elementos importantísimos en un dormitorio es el cabecero de la cama. Algo a lo que muchos no le dan excesiva importancia, prescindiendo de él (que en algunos casos no está mal) o eligiendo un cabecero sin demasiada personalidad.
En este libro de ideas hemos recopilado ni más ni menos que 16 maravillosas ideas para tener un cabecero con estilo. ¿Qué estilo? ¡Todos los que imagines!
Comenzamos con un cabecero de patrones geométricos e inspiración oriental. Ideal para dormitorios minimalistas, luminosos, sencillos, que busquen esa paz y ese particular diseño que transmiten siempre los diseños orientales. Muy elegante.
Para los que buscan algo más atrevido a la par que sencillo, continuamos con un cabecero de líneas rectas y pintado en turquesa. Adquiere una mayor presencia al contrastar con el fondo de papel pintado estampado… ¡vuelta a los 70s!
El papel pintado en sí mismo también puede servirnos para dar presencia a la zona del cabecero de la cama en concreto. ¿Cómo? Colocándolo exactamente al mismo ancho que la cama, tal y como vemos en esta imagen. El diseño elegido, es solo cosa vuestra.
Los vinilos son también una gran idea para dar presencia y carácter a esta zona del dormitorio. Son una alternativa realmente económica, versátil, sencilla de colocar, de quitar, de limpiar. Además son bastante resistentes al paso del tiempo, por lo que podrás tenerlos durante muchísimos años o bien ir variando.
La madera es uno de los materiales por excelencia para la zona del cabecero de la cama. Se pueden crear muchísimos tipos de cabeceros, pero este es uno de los más sencillos y confortables que te podemos ofrecer, ideal para dormitorios pequeños.
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También con listones de madera pero en este caso pintada y colocada en vertical, se ha creado este original cabecero de cama. Puedes comprar un cabecero con un diseño de este estilo o bien (si eres un poco manitas) crearlo tú mismo. ¿Te atreverías?
Si buscas una idea económica, sencilla y discreta, también puedes optar por colgar un par de cuadros, láminas o fotografías en cada uno de los lados de la cama. De esta manera se crea un efecto parecido a un cabecero, destacando esta zona y sus dos huequecitos
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Una idea de las más espectaculares de la lista. ¿Habías pensado alguna ve que un biombo te podía servir como cabecero de la cama? ¡Pues aquí lo tienes! Completamente extendido, y en este caso en un amarillo ideal para destacar con el gris de la pared del fondo.
Otra opción muy económica y sencilla es la de usar un par de palets de madera como cabecero. Puedes mantenerlos en el color natural de la madera, o bien pintarlos en un tono que te guste. Un consejo: píntalo de un color que contraste con la pared sobre la que se apoya.
Los espejos también son una genial idea para esta zona del dormitorio, ya que aportan mayor profundidad, luminosidad y sensación de espacio. ¡Además de quedar genial!
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Un estilo cien por cien rústico es el que ha conseguido este cabecero de cama realizado con palos de madera. Ni más, ni menos. Sostenidos por un par de cuerdas o fibra de carbono, es suficiente para crear una imagen tan peculiar como esta. ¡A nosotros personalmente nos encanta!
Dos viejas puertas de ventanas son las encargadas de conseguir un efecto natural, original, distinto. Basta con lijarlas y barnizarlas, o pintarlas de un color que nos guste. También puedes optar por poner solo una (si es más grande) en dirección horizontal.
Los fotomurales son otra de las opciones que tienes para la zona del cabecero de tu cama. En este caso se recrea una imagen de París vista a través de una ventana, pero la realidad es que podemos encontrar imágenes de toda clase y condición para crear en nuestro dormitorio el ambiente que más nos guste.
Si buscas algo más funcional que decorativo, puedes optar por un mueble como este que vemos en la imagen. Un mueble que podrías ubicar en cualquier otra zona de la casa, pero que también es de lo más versátil como cabecero: para colocar las lamparitas, ordenar los libros, colocar decoración…
Como si de una barra de cortina para nuestras ventanas se tratase, también podemos colgar una pequeña tela que nos guste, en este caso estampada para dar dinamismo y color a un dormitorio completamente blanco. Elige un estampado que te guste, ancla una barra… ¡et voilá!
Cerramos este libro de ideas con una última propuesta de lo más original, a la par que sencilla y fácil de llevar a cabo: colocar un par de grandes cojines como cabecero. Deben ser cojines consistentes, similares a los de la base de un sofá. ¡Pues queda genial!
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