Un buen baño en una piscina es sin duda una de los mayores placeres de los que se puede disfrutar al aire libre. Nos pasamos todo el año soñando con ese momento en el que el sol empieza a calentar para poder sumergirnos en refrescantes y divertidos baños. Y muchísimo mejor, si estos baños los podemos disfrutar e los pies de nuestra propia casa, sin ruidos, salpicones y miradas indiscretas.
Muchos son los propietarios de espacios exteriores y jardines que optan por construir en estos una piscina. Las vistas más chocantes y artísticas aparecen muchas veces cuando se combinan piscinas modernas con casas rurales. Se consiguen así espacios únicos que nos maravillan y embelesan ¡además de divertirnos y refrescarnos! En este libro de ideas, veremos unos cuantos ejemplos en las que esta combinación se convierte en un auténtico placer para la vista.
La modernidad y alegría que transmite este pequeño espacio de agua, llena de luz y jovialidad esta típica casa rural mediterránea, con sus color azul acentuado y ensalzado con un fondo y bordeado blanco. Así, se crea una conjunción que cada vez vemos más en zonas rurales y que desde luego amenizan tanto la vista como las tardes en estos lugares.
El tono aturquesado de las piscinas muchas veces nos recuerda a los azulados mares del mediterráneo, lleno de agua cristalizada y vitalidad. Con una forma típica y sencilla, rectangular, su tamaño se ve magnificado y en contraposición con el tejado oscuro de la vivienda en el fondo se consigue un juego de luces más que interesante.
Cualquier rincón es propicio para querer disponer de una coqueta piscinita y en la que refrescarse en esos días calurosos de verano de nuestro pequeño pueblo. El dueño de esta casa que sufrió una reforma integral, decidió construir una pequeña piscina en un jardincito, y nosotros no podemos más que darle la enhorabuena. El espacio, que representa esta ajustado al espacio que ocupa y congenia perfectamente con el ambiente rural en que se encuentra. Con cierto aire morisco, a eta piscina la acompañan un grupo de diferentes flores exquisitamente colocadas que aportan de ímpetu y alegría al jardín y con ello, a la casa en su totalidad.
Esta imagen parece sacada de lo alto de las montañas suizas. Su arquitectura, con su tejado de pizarra en punta y esas formar tan singulares hacen de este hogar un lugar muy coqueto donde vivir. Esta casa no sería la misma si no tuviera la piscina que la acompaña. Los mosaicos azulados que lo componen, una a una, hacen de este hermoso depósito de agua una bella obra de arte. La pequeña entrada de escaleras que dispone, no hace sino proveerla de majestuosidad y nos da la opción de sumergirnos con elegancia mientras nuestro cuerpo se introduce en el agua.
Nos ha llamado la atención al ver esta instantánea ha sido observar como el agua que se encuentra dentro de la piscina queda a la misma altura que los mármoles que tiene a su alrededor. Pero sin duda lo más representativo es el decorado que lo conforma, se ve que no han escatimado en recursos a la hora de construirla, ya que, está elaborada con unos azulejos que otorgan esos rectilíneos rasgos que lo llenan de perfeccionismo. Y qué decir de la pequeña casita, su arquitectura transmite esa corriente rústica que tienen las casas rurales, en su totalidad hecho de piedra.
Una de las mejores cosas de tener una piscina es cuando por la noche te sientas en el jardín y te quedas observándolo mientras te relajas tomando un refresco. En este jardín, su belleza adquiere mayor notoriedad cuando se encienden las luces reflejan el color azul caribeño que lo invade, llenando el lugar oscuro de una fuente de colorido azulado muy poco frecuente en la oscuridad de la noche. La pequeña casita que la acompaña pierde protagonismo, a favor de esta refrescante belleza.
Una de las razones por las que uno opta por querer poner una piscina en una parcela, muchas veces es, por la gran cantidad de espacio se dispone. Esta casa, ataviada con la mejor calidad del ladrillo, conjuga espacio y buen gusto con el prominente espacio para crear un lugar para una piscina. El coronamiento esta creado de madera barnizada que llena de naturalidad y frescura el ambiente que lo rodea. El añil y el castaño se funden en una mar de sensaciones que invitan a una situación de calma y placidez, generando un cumulo de sensaciones refrescantes y placenteras.
Las curvas, dan lugar a recovecos en los que poder llenar con diferentes macetas, plantas o palmeras, dándole al lugar un toque salvaje. Los mosaicos que sobresales de la piscina también juegan un papel fundamental, ya que intentan ser parte del decorado del jardín además del espacioso acuífero. Sin duda, es una idea que aporta otro punto de vista en cuanto al diseño de piscinas se refiere y que en homify nos ha gustado mucho.
El ejemplo perfecto del una casa rural con piscina. Decimos esto, porque las piedras unidas por hormigón recrean perfectamente el binomio al que nos referimos. El coronamiento de la piscina está íntegramente compuesto de piedra, aportando un carácter y robustez al ambiente y reforzando esa imagen que tenemos de lo rústico. La casa que lo acompaña es el fiel ejemplo de una casa rural y las vista que se tienen, está en manos de muy pocos privilegiados. Sin lugar a dudas, una casa de diez, con una piscina de diez.
Esta señorial villa de Málaga, está orientada hacia el sur, es decir hacia el mar con lo que podemos permitirnos de privilegiadas vista hacia la hermosa ciudad andaluza. Su excepcional arquitectura junto con sus jardines lo convierten en un lugar idóneo para relajarse y dispone de un enorme jardín con diferentes tipos de plantas y con su piscina para rebajar las altas temperaturas que podemos encontrarnos en esta ciudad. Un lugar privilegiado en el que pasar un buen rato de relax, rodeado de un perfecto ambiente rural.
¡Que maravilla de lugares nos hemos encontrado en este libro de ideas! Desde luego, a nosotros nos ha convencido y mucho la idea de conjugar una coqueta casa rural con una imponente piscina. Frescor, diversión, arte moderno y clásico, ¿¡que más se puede pedir!?
