45 metros cuadrados de diseño en Madrid

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Hemos oído hasta la saciedad que el tamaño no importa, o en nuestro caso que los metros cuadrados no importan, sino la calidad y el buen gusto con el que se decoran. Hoy os mostramos un proyecto que nos ha sorprendido realmente: una vivienda de 45 metros cuadrados en un edificio de 1809. 

Una familia con cinco hijos eran los antiguos propietarios de este apartamento, lo que resulta sorprendente para su actual ocupante. El interiorista Erico Navazo es amigo del inquilino y asesora a este sobre la distribución de la vivienda. Los dos juntos consiguen un interior sencillo pero repleto de detalles, donde la madera adquiere un protagonismo sorprendente y los muebles antiguos decoran las estancias. 

Recorred con nosotros los metros de este apartamento e inspiraros en su carácter. 

Ventanas recuperadas

Al adquirir el apartamento, el nuevo inquilino se encontró tres habitaciones, dos de las cuales eran ciegas, no tenían ventana. Decidió entonces tirar las paredes y mantener en pie solamente el muro de carga central para crear un espacio diáfano que incluyera un buen salón, un único dormitorio, un pequeño baño y un espacio para la cocina. 

En la fotografía sobre estas líneas os mostramos una imagen del comedor. El mobiliario parece rescatado de los años 50, las líneas, formas y colores convierten esta estancia en un perfecto comedor de diseño. Si bajamos la vista al suelo, podemos observar un pavimento casi vivo. Una tarima de pino sin tratar que con el tiempo, y los lavados con lejía, irá adquiriendo una tonalidad grisácea.

Los años 50

No solo en el mobiliario sino también en la decoración, la estética de los años 50 tiene un papel muy importante. Su inquilino buscaba un piso sobrio, alegre y sin pretensiones. Muchos de los elementos que encontramos han sido adquiridos en rastros o mercadillos de pulgas y descubrimos también objetos muy originales como la reja de hierro. Esta pieza fue convertida en mesa tras soldarle las cuatro patas. 

La cocina

Desde el salón-comedor llegamos a la zona de la cocina. Un sencillo mueble blanco es suficiente para guardar todos los electrodomésticos necesarios en una cocina a la que se le dará poco uso. 

El papel de pared inspirado en el dibujo de las sillas de rejilla es el protagonista absoluto de este espacio. En el aparador, los cuadros y el pavimento armonizan el ambiente. 

La zona del dormitorio

Si volvemos a la segunda fotografía, en la que os mostrábamos el salón, veréis como la misma planta y la misma cortina color mostaza aparecen también en esta imagen. Al lado del salón se ha ubicado la cama y la zona del dormitorio que puede aislarse del resto de la estancia corriendo la cortina. 

Se decidió no dejar a la vista las vigas de madera ya que el resultado sería demasiado rústico para lo que se quería conseguir. Lo que sí se aprovechó fueron las ventanas originales de la vivienda que hemos visto en las fotografías anteriores. Las puertas del armario que vemos en esta imagen están fabricadas a partir de contraventanas antiguas encontradas por el propietario.

El cuarto de baño

Terminamos el recorrido en el cuarto de baño. La mitad de la pared está cubierta por un espejo de suelo a techo que ayudará, sin duda, a agrandar visualmente la estancia. La madera sigue presente en el pavimento y también en el mueble bajo el lavabo, consiguiendo un cuarto de baño cálido. La pila del lavamanos aporta el toque nostálgico, una pieza que seguramente ha sido adquirida en mercados o tiendas de antigüedades de la zona.

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